Quiero transmitir que el taller este año va a estar en «barbecho», pero las puertas (tanto física como virtualmente) siguen abiertas para todas aquellas personas que queráis conocer estas condiciones de trabajo.
Comienzo esta nueva etapa reflexionando sobre estos 8 años de taller, y con mucho que pensar para los años que vendrán.
Mentiría si dijera que no me entristece la situación. Creo que, espacios protegidos como éste, donde el cuidado y el no juicio posibilitan expresarte tal y como eres, son ahora más necesarios que nunca.
Pero una de las grandes cosas de este trabajo es que las condiciones de la educación creadora se pueden extrapolar a cualquier circunstancia de la vida. Así que, mientras estamos a la espera de que la situación permita volver a abrir estas cuatro paredes, seguiré trabajando, profundizando y aprendiendo día a día con cada relación y con cada situación que la vida me brinda (¡que son un montón!). Y así, a la vuelta, seguir haciendo lo que más me gusta: asistir a cada una de las personas en su juego de pintar y/o modelar.Nos vemos «mañana».